Rusia y Alemania se lanzan acusaciones mutuas sobre las causas del accidente, que ha dejado 71 muertos.- Entre las víctimas se encuentran 52 niños que iban a veranear en Tarragona
Un fallo humano se apunta como la causa más probable del choque de dos aviones esta madrugada en el sur de Alemania en pleno vuelo y que ha dejado 71 muertos. Según las primeras investigaciones, ambas aeronaves, un Tupolev TU -154 que había partido de Moscú y se dirigía a Barcelona, y un Boeing 757 de carga procedente de Baherein y con destino Bruselas, colisionaron cuando ambos pilotos redujeron su altura para, paradójicamente, evitar un choque.
El accidente ha provocado además un cruce de acusaciones entre las autoridades germanas y rusas. Según la sociedad de controladores aéreos suizos Skyguide, encargada de la supervisión de la zona, se dio orden tres veces al piloto del Tupolev de que redujera la altura cuando ambas aeronaves se encontraban a 15 kilómetros, distancia suficiente para evitar el choque. Sin embargo, el piloto sólo hizo caso cuando la nave de cargo ya había emprendido una maniobra similar siguiendo las indicaciones de su sistema TCAS (dispositivo para evitar colisiones).
Muy distinta es la interpretación de Nikolaï Odegov, director de la compañía Bashkirian, propietaria del avión de pasajeros. Según Odegov, el accidente se debió a un error de los controladores. De momento se está a la espera de conocer el contenido de las dos cajas negras del Tupolev, que ya han sido halladas.
52 menores muertos
La colisión se produjo a 11.000 metros, sobre el lago Constanza. Los 69 ocupantes de la primera aeronave, todos de nacionalidad rusa, y los dos tripulantes del segundo (piloto y copiloto) han sido dados oficialmente por muertos, aunque sólo se han rescatado 26 cuerpos.